martes, 12 de enero de 2010

UTOPIA NEGATIVA

"Así como una utopía muestra el deber ser, lo que se pretenda que sea el mundo (la utopía que dijéramos positiva), una utopía negativa sería la mostración de lo que no debe ser, es decir, en negativo. Claro, al mostrar lo que no debe ser, aparece por contraposición dialéctica lo que debe ser." Miguel Espinosa

No debe ser, por ejemplo, obligar a los animales a ir contra su naturaleza. Cada especie tiene una naturaleza codificada en su genoma, pero nos empeñamos en transgredir ese orden. Transformar a una vaca al canibalismo, transformación hecha posible por la mano del hombre, dio como resultado la epidemia conocida con el nombre de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina). Ir contra la naturaleza gestada por miles de millones de años de selección natural para garantizarnos nuestra subsistencia puede traer consecuencias nefastas para todos: así, las vacas locas pusieron en riesgo nuetras vidas, y a su vez desencadenó una masacre vacuna.

Y este es el propósito de esta obra: mostrar lo que no debería ser, que es sin embargo lo que es. Se dice que el éxito de una utopía estriba, precisamente, en que sea utópica. Pero una utopía negativa no es utópica, es lo que es.

El artista como tal no puede hacer nada para revertir esta realidad en una utopía (ahora sí) positiva, pero sí puede contribuir a la mostración de las cosas para hacerlas más reconocibles.

Lo que aquí muestro es mi propuesta, imágenes cotidianas descontextualizadas que si bien pueden resultar impactantes para este tipo de espacios, sí se prestan para una buena charla de café.

Maritza Morillas

lunes, 11 de enero de 2010

CAroDAtaVERnibus PINTURA


Mi obra es un constante feflejo de la realidad, de ésa que percibo. Esta temática es una búsqueda que muestra una realidad en constante agonía: el cuerpo aniquilado de una mujer en el desierto o una res abierta en canal son, entre muchos otros, aberraciones que se han vuelto cotidianas en nuestra sociedad; el reflejo de estos dolores, de estas imágenes grotescas, de esas realidades abiertas en dos han sido, en mi obra, imprescindibles, porque el dolor esta ahí inmerso y me incita a plasmarlo en el lienzo, independientemente de que sea aceptada o no.


Uno de los casos mas indignantes es el de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez; en todos los casos las víctimas son de escasos recursos, mujeres jóvenes,
trabajadoras, vulnerables, social y económicamente. La muerte de estas mujeres tiene el mismo modus operandi: fueron violadas, mutiladas, torturadas antes de morir y abandonadas en el desierto.



JUNTAS Y REVUELTAS
se inscribe en los festejos por el Día Internacional de la Mujer
Abren exposición de 77 creadoras en el Museo de la Ciudad de México
La Jornada
Marzo 2006

La exposición Juntas y revueltas: mujeres en la plástica mexicana se inaugura hoy a las 19 horas en el Museo de la Ciudad de México, en avenida Pino Suárez 30, Centro Histórico

La obra de 77 artistas se expone a partir de este miércoles en la muestra Juntas y revueltas: mujeres en la plástica mexicana, que forma parte de las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer, que en nuestro país se conmemora desde 1975, fecha en la que se realizó la Primera Conferencia Internacional por los Derechos de la Mujer.

En esta muestra, que se inaugura hoy a las 19 horas en el Museo de la Ciudad de México, participan creadoras como Blanca Aguilar Cuevas, Erandi Almazán, Yolanda Andrade, Lizette Arauz, Patricia Aridjis, Adriana Armenta Alvarado, Verónica Barragán, Karina Bermejo, Helen Bickhman, Susana Buyo, Marcela Calderón Bony, Laura Cano, Mónica Susana Carmona León, Carolina Castañeda, Adhara Castellanos y Susana Casarín.

Otras participantes

Asimismo, figuran Rossana Cervantes, María Eugenia Chelet, Pilar Cortés Núñez, Christa Cowrie, Cristina Cuadra Stoupignan, Martha Delgado Ponce, Mónica Dower, Elizabeth de Jesús Espinoza, Eugenia Figueroa Mendoza, Ana Luisa Galindo, Mari Cruz García, Sol Garcidueñas, Maru de la Garza, Manuela Generali, Mónika Gómez Cruz y Lourdes Grobet.

Se suman a la lista Mónica González Aragón, Adriana González López, Rosario Guillermo, Diana Gutiérrez Yarce, Ana Guzmán, Frida Hartz, Patricia Hordóñez, Cristina Kahlo, Carolina Kerlow, Grisell Lechuga, Alfia Leyva, Maritza López, Patricia Martos, Flor Minor, Maritza Morillas, Karima Muyais, Reika Nakayama, Teresa Olmedo Zavala, Mónica Ornelas, Santa Cecilia Orozco, María Orozco, Yazmín Ortega, Mónica Pallares Trujillo, Carolia Paniagua, Emelina Paniagua y Diana Piedra.

En Juntas y revueltas también participan Mara Ponzanelli, Nadxieli Radaelli, Carmen Razo, Ingrid Reinald, Coral Revueltas, Yadithe, Cristina Rodríguez del Castillo, Gabriela Rodríguez, Mónica Romo Rangel, Lorena Salcedo, Karla Salgado, Sonia Sánchez Avelar, Aline Shkuevich Bialik, Elizabeth Skinfill, Carolina Tangasi, Edith Vázquez, Yadira Velázquez y Lorena Wolfer.

Los formatos y técnicas de la exposición van del óleo al grabado, de la escultura a la fotografía, cerámica o alebrijes.

Todas estas obras son de tema libre y participan creadoras reconocidas y otras que se están abriendo espacio, para algunas de ellas es su primera exposición.

El Museo de la Ciudad de México se localiza en Pino Suárez 30, en el Centro Histórico, y sus horarios son de martes a domingo de 10 a 18 horas.

La inauguración de Juntas y revueltas, muestra que se realiza con la participación de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, es este miércoles a las 19 horas, con la presencia de las artistas.

Pintura AGONÍA DE LA CONCIENCIA


“Los peces sueñan inmóviles en la bienaventuranza del agua fétida.
No son como los hombres que se agitan en sus lechos desdichados”

Aunque lo parezca no es ésta una frase surgida de las “Memorias de un fumador de opio,” Ni fruto de la absenta o el láudano decimonónicos. Tampoco pertenece al diván de un psiquiatra, ni a una novela de Anne Rice. Es, sencillamente, la leyenda que acompaña a un óleo de pesadilla. La pesadilla nuestra de cada día, se entiende. La expresión pura y simple del dolor descontrolado, del penar inconsciente que nos devora, aletargado, tras los oscuros muros de la conciencia.

Porque eso es, y no otra cosa, la pintura de Maritza Morillas. Devaneos de la conciencia intentando aflorar a través de las redes del sueño para llegar al desgarramiento de todo aquello que convierte al hombre en ser racional y razonado.

Y envolviendo a la pesadilla. Como crisálida, el particular bestiario de Maritza. Zoología imaginada más que imaginada que arropa desde el estupor, la indiferencia o la sorna descarada, la agónica conciencia de los hombres. Decapitados chanchos de vívidas pupilas que invitan al sosiego desde el frío gancho de una carnicería, ocelos circulares de bobos pescaditos descansados, cadavéricos cráneos de reses resucitadas y alguna que otra fiera desplumada velan desde la muerte, la vida verdadera de los sueños.

Maritza Morillas no necesita un elogio fácil. Desnudar el alma puede ser más peligroso que desvestir los cuerpos y en todo caso, menos grato al espectador que busca, únicamente, un divertimento visual. Sus cuadros lastiman porque nos abocan a un ejercicio de introspección tendente a descubrir aquello que en el acontecer cotidiano ocultamos celosamente: que el hombre es un ser endeble y cuitado cuyos fantasmas se reencarnan en el frágil perfil de los sueños. Tal vez sólo tal vez, la única pretensión de esta joven y talentosa mujer sea la misma que hace cien años, en Cuba, dictaba a Julián de Casal locas y adoloridas palabras:

Del pasado no llevo las señales
Y aveces de que existo no estoy cierto,
Porque la vida es para mí un desierto
Poblado de figuras espectrales.1

Nelida Vidal

1Julián de Casal “ Pax anima”, 1863-1893